jueves, 29 de marzo de 2007

Ejército Zapatista de Liberación Nacional


El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) Grupo Revolucionario con sede en Chiapas, uno de los estados más pobres de México. Aunque el EZLN en su mayoría está formado por indígenas y campesinos, se autodefinen como parte de un movimiento anti-capitalista amplio. Los zapatistas se oponen al neoliberalismo, sistema económico defendido por los presidentes mexicanos desde 1982 a la fecha. Este grupo toma su nombre del revolucionario mexicano Emiliano Zapata, y se ven a sí mismos como los herederos de quinientos años de resistencia indígena contra el imperialismo.
El EZLN se considera distinto a otros grupos revolucionarios. Excepto por el levantamiento, en las primeras dos semanas de 1994, no han utilizado armas o bombas y han permanecido principalmente en Chiapas. Rechazan utilizar los canales establecidos de participación en México para presentar sus peticiones y llegar a soluciones, incluyendo presentarse a las elecciones o apoyar partidos políticos. Afirman que estos canales no han sido de utilidad para los indígenas y para los demás durante demasiado tiempo (quinientos años), de ahí el lema zapatista ¡ya basta! . En algunas ocasiones, sus representantes han visitado la capital mexicana públicamente y sin armas, participando en manifestaciones y ruedas de prensa. También organizaron reuniones entre la población civil y algunos partidos políticos. La gran marcha a Ciudad de México, descrita más tarde, fue también pacífica. Este enfoque pacífico es una de las razones de la longevidad y cierta popularidad entre la población civil.
Historia:
El EZLN se formó el 17 de noviembre de 1983 por antiguos miembros de distintos grupos, algunos de ellos en armas, otros pacíficos e ignorados por el gobierno. Aparecieron en la escena pública nacional tras la firma del Gobierno Federal del TLC con los Estados Unidos y Canadá. Más tarde declararon que era su manera de decir aún estamos aquí en mitad de la globalización.
Los sublevados, cubiertos con pasamontañas o paliacates, comenzaron un levantamiento armado el 1 de enero de 1994. En las 7 cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas , Ocosingo, Oxchuc, Huixtan y Chanal, además de otras varias poblaciones hacen pública la (entonces primera) declaración de la Selva Lacandona. Declaran oficialmente la guerra al Gobierno de México y anuncian sus planes de dirigirse hacia la capital. En los combates el EZLN toma como prisionero de guerra al ex gobernador de Chiapas, el general Absalón Castellanos Domínguez. Siguen las hostilidades al sur de San Cristóbal y en las inmediaciones del cuartel de Rancho Nuevo. El obispo Samuel Ruiz emite un comunicado llamado tregua y la suspensión de hostilidades. El ejército federal masacra a civiles en el mercado de Ocosingo.
Después de doce días de combate y tras masivas movilizaciones civiles de repudio a la acción militar, el Presidente Carlos Salinas de Gortari, en ese momento en su último año de mandato, decretó un alto el fuego para dialogar con los rebeldes, cuyo vocero era el Subcomandante Marcos.
El diálogo con el gobierno se extendió durante un período de tres años y acabó con la firma de los Acuerdos de San Andrés, que incluía modificar la constitución nacional para otorgar derechos, incluyendo autonomía, a los pueblos indígenas. Una comisión de diputados de partidos políticos, llamada COCOPA modificó drásticamente la iniciativa de ley del EZLN. El presidente de México de entonces, Ernesto Zedillo, sin embargo, dijo que el Congreso tendría que decidir si lo aprobaba o no, negándose a enviar la iniciativa tal cual, a la cámara de diputados. Afirmando que se habían violado los acuerdos de la mesa de negociaciones, el EZLN volvió a las montañas, donde Zedillo aumentó la presencia militar en Chiapas para evitar que se extendiera la zona de influencia del EZLN. Una tregua no oficial acompañó el silencio del EZLN durante los siguientes tres años, los últimos del mandato de Zedillo.
Después del final del diálogo, se lanzaron muchas acusaciones contra el ejército mexicano y los grupos paramilitares por persecución y detenciones a los zapatistas. Una de estas ocasiones fue la Masacre de Acteal, en la que 45 personas que asistían a misa fueron asesinadas por un grupo paramilitar del PRI. Los motivos y las identidades de los atacantes están claros, los culpables fueron el ejército y los gobiernos local y nacional.
El 5 de diciembre de 2000, el nuevo presidente Vicente Fox Quesada envió la llamada ley COCOPA al Congreso de México tal y como había prometido durante su campaña. Después de oír las críticas y modificaciones propuestas por algunos congresistas, el Subcomandante Marcos y su grupo decidieron acudir, desarmados, a la capital para dirigirse al Congreso en apoyo a las modificaciones de la constitución. Después de una marcha a través de siete estados mexicanos, durante la cual recibieron amplio apoyo de la población y atención de los medios (siendo además escoltados por miembros de la Policía Federal Preventiva), los representantes indígenas del EZLN (sin Marcos, su vocero) hablaron ante el congreso en marzo de 2001, en una sesión muy controvertida a la que se negaron a asistir la mayoría de los diputados del PAN, el partido del Presidente.
Poco después de que el EZLN volviera a Chiapas, el Congreso aprobó una versión distinta de la COCOPA que no incluía las cláusulas de autonomía, afirmando que se contradecían con algunos derechos constitucionales (a la propiedad privada y al voto secreto por ejemplo). Esto se vio como una traición desde el EZLN y otros grupos políticos, como el Congreso Nacional Indígena que se había reunido apenas unos días antes (con la participación de los delegados del EZLN) en el poblado de Nurío, Michoacán. Estos cambios constitucionales todavía tenían que ser aprobados por una mayoría de congresos estatales. Muchos grupos políticos e indígenas presentaron reclamos tanto en contra como a favor de los cambios, que se aprobaron y fueron efectivos el 14 de agosto de 2001.
Después de ello se presentó un reclamo de anticonstitucionalidad contra esta medida, que debía resolver la Corte Suprema de Justicia. Ésta, el 6 de septiembre de 2002, publicó que siendo cambios constitucionales los efectuados por el Congreso y no una ley (como se había llamado inadecuadamente) estaba fuera de su poder revertir los cambios, lo que supondría una invasión de la soberanía del mismo.
Los comunicados emitidos en 2004 tratan sobre los logros y fallos de su movimiento. Desde su propio punto de vista, las Juntas de Buen Gobierno han tenido éxito, así como los esfuerzos para reducir al mínimo la violencia entre el ejército y el EZLN. También ha reiterado su oposición a lo que ven como un movimiento mundial hacia una economía globalizada neoliberal, afirmando que la privatización de las industrias públicas lleva a la explotación de los pueblos. La guerra contra el terror de Estados Unidos se ve como una aplicación de estas políticas.
Iniciativas políticas:
Desde diciembre de 1994, los zapatistas han ido formando gradualmente distintos municipios autónomos independientes del gobierno mexicano. En agosto de 2003, estos municipios habían evolucionado a gobiernos locales, aplicando programas de producción comunitaria de alimentos y sistemas de escolarización y salud apoyados por organizaciones no gubernamentales. Más tarde se crearon varias Juntas de Buen Gobierno, formadas por representantes de los municipios autónomos y supervisadas por el EZLN. Estas juntas se crearon bajo el lema mandar obedeciendo . El gobierno mexicano tolera su existencia, a pesar de que atentan contra lo que algunos consideran que deberían ser funciones monopólicas del Estado, tales como el cobro de impuestos o la seguridad.
Según reconoce la Comandancia General del EZLN en sus últimos comunicados, se sigue un proceso de separación de su política civil y su actuación militar, disminuyendo la supervisión de las Juntas de Buen Gobierno por parte del Ejército y fortaleciendo el movimiento socio-político representado por el Frente Zapatista de Liberación Nacional en lugar de fortalecer el movimiento militar que representa el EZLN.
Internacionalismo:
Desde sus primeros comunicados públicos el EZLN se ha dirigido a los pueblos y gobiernos del mundo, generando a largo plazo una interlocución internacional. Aunado a ello ha tenido un activo trabajo internacionalista que se ha reflejado en la realización del Primer Encuentro por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo en Chiapas, y el Segundo en Europa. Actualmente realizan una etapa de consultas para la realización tal vez el próximo año (2007) el tercero de estos encuentros.

Cuba (1962 - 2007) 45 años de bloqueo



El bloqueo contra Cuba cumplió 45 años
(3 de Febrero de 1962 - 3 de Febrero de 2007)
John F. Kennedy, presidente de EEUU, firmaba el 3 de febrero de 1962 la proclama presidencial 3447, que establecía el «embargo total" contra Cuba. En realidad, Washington sólo hacía pública y oficial una guerra económica aplicada desde los primeros días de 1959, cuando todavía no habían visto la luz las primeras leyes revolucionarias. También cumple 45 años la II Declaración de La Habana, que al día siguiente respondía a la amenaza estadounidense.
Desde que John F. Kennedy oficializara el bloqueo contra Cuba, EEUU ha ido alimentando y actualizandolo con una compleja serie de disposiciones y leyes como la Torricelli (1992) y la Helms-Burton (1996), a las que George W. Bush añadió sus propias medidas para intentar asfixiar a la isla.
Pese al creciente rechazo mundial al bloqueo de EEUU hacia Cuba -Naciones Unidas aprobó el pasado 8 de noviembre una resolución contra el bloqueo por 183 votos a favor, cuatro en contra y una abstención- nadie prevé cambios inminentes en la política de EEUU, al menos mientras Bush continúe en la Casa Blanca.
En opinión de Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, tampoco un relevo en Washington hace prever que la situación «vaya a cambiar drásticamente". Un «demócrata" impulsó el bloqueo hace 45 años y otro «demócrata", Bill Clinton, firmó en 2000 una ley que autorizaba la venta de alimentos y medicinas a Cuba, siempre y cuando el pago se efectuara en efectivo.
Sin embargo, los movimientos no han cesado ni en La Habana ni en Washington. En la capital estadounidense, no obstante, no terminan de encajar todas las piezas. Así, el vídeo del convaleciente pero mejorado presidente cubano, Fidel Castro, junto a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, «aguó festejos" en EEUU tras tres meses de silencio oficial sobre el estado de salud del dirigente.
Desde Washington, el secretario de Comercio Carlos Gutiérrez decía que el Gobierno de Bush no hará cambios a su política hacia Cuba, a pesar de la cada vez mayor presión por parte de la nueva mayoría demócrata en el Congreso para que «flexibilice" el bloqueo.
Con el presidente cubano convaleciente, algunos congresistas estadounidenses ven ahora el momento oportuno para «rectificar" la política hacia Cuba. El pasado 2 de diciembre, el presidente provisional de Cuba, Raúl Castro, lanzó un mensaje conciliador a EEUU y propuso «resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo" entre los dos países. Apenas quince días después, legisladores del denominado «Grupo de Trabajo sobre Cuba" del Congreso de EEUU visitaron la isla y mostraron su desacuerdo con el mantenimiento de esta política. «Lo que hemos estado haciendo durante 45 años no funcionó, no ha generado liberaciones de prisioneros, no ha hecho nada, no ha generado cambios en Cuba (...) así que debemos hacer algo distinto y lo distinto sería sentarnos y conversar", indicó el demócrata Greg Meeks, integrante del grupo.
Asimismo, un grupo de congresistas estadounidenses presentaran un proyecto de ley que busca la eliminación de las restricciones de viajes a Cuba para los estadounidenses.
Ricardo Alarcón afirmó que el levantamiento de algunas de las restricciones «tendría muy escasa significación" y «no implicaría cambiar la política" estadounidense hacia la isla.
La Declaración de La Habana continúa vigente.
Veinticuatro horas después de la proclamación del bloqueo, la Plaza de la Revolución de La Habana acogía a una enorme multitud que respaldaba la llamada II Declaración de La Habana, que reafirmaba la decisión «inquebrantable" de los cubanos a defender su soberanía, independencia y el carácter socialista de la revolución ante las amenazas de Estados Unidos. El documento también recogía la expulsión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de Cuba.
La agencia Prensa Latina recordó ayer que en su discurso en el multitudinario acto Fidel Castro señaló que en la reunión de la OEA celebrada en Punta del Este, Uruguay, se libró «una gran batalla ideológica entre la Revolución Cubana y el imperialismo norteamericano". En septiembre de 1960, una asamblea general de los cubanos había aprobado la primera Declaración de La Habana, en respuesta a la censura hecha por la reunión de cancilleres de la OEA, en Costa Rica, a la decisión de Cuba de establecer relaciones con la antigua Unión Soviética.
Desde entonces, el bloqueo estadounidense comenzó a crecer hasta convertirse en el eje de la política de EEUU hacia la isla. Sus daños a la economía y al desarrollo de Cuba son enormes. El Gobierno de la isla calcula en más de 86.000 millones de dólares las pérdidas económicas sufridas, cifra con la cual se podían haber puesto en marcha numerosos programas y obras sociales.
El bloqueo estadounidense también afectó los suministros de alimentos y de material destinado a tratamientos sensibles para niños, ancianos y mujeres.
Si bien esto último moviliza nuestras fibras más íntimas, y a la luz del drama que actualmente vive la población civil en Irak, ya nada nos sorprende de la política internacional norteamericana.

Madres de la Plaza de Mayo.




El 24 de Marzo de 1976 se oía, en nuestra convulsionada Argentina, un comunicado por Cadena Nacional:
“Se comunica a la población que, a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes generales de las FF.AA. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones”
Comenzaba la barbarie, los militares derrocaban a Maria Estela Martínez de Perón y se imponía la máquina de matar corregida y aumentada al infinito.
Fue hace exactamente 30años y lo llamaron “Proceso de Reorganización Nacional”.
Más que nunca la muerte andaba suelta persiguiendo sueños, acorralando la vida. Pero esta vez, además, aplicaron la acción más perversa y más cobarde que alguien pueda imaginar.
No más bombardeos, ni basurales, ni fusilamientos en cárceles, ni homicidios mafiosos a la luz del día.
Los perseguidos, las víctimas, iban a desaparecer, no iban a estar más, no iban a existir.
Secuestrado y esfumados de la noche a la mañana. Los militares entendían que al no haber cuerpos, al no haber pruebas, ni quedar evidencias, nadie podría acusarlos de crimen alguno.
Eso es el Terrorismo de Estado
Las FF.AA. se dedicaron a la muerte clandestina, mientras en público sus jefes iban a misa a ser bendecidos, a comulgar y a la salida sonreían con total cinismo. En sus discursos hablaban de la ley, el orden, la paz y el progreso.
En este contexto se desató la cacería. Zonas liberadas, gritos en la noche, secuestros de gente indefensa, la absoluta desaparición de la justicia.
hay bibliotecas enteras que podrían leerse para entender lo que nos pasó. Pero puntualmente hay una carta, un documento que es la dignidad en su máxima expresión. Apenas un año después del golpe Rodolfo Walsh escribió en la clandestinidad su “Carta abierta a la Junta Militar” donde explicó lo que nadie se atrevía a decir y ni siquiera insinuar.
Hablaba de un lago cordobés convertido en cementerio lacustre, de personas arrojadas vivas desde aviones militares al Rio de la Plata, cuyos cadáveres afloraban en las costas uruguayas. Denunciaba un sistema de tortura absoluta, intemporal y metafísica aplicada tanto con métodos medievales (el potro, el torno) como con la tecnología de la picana eléctrica, para machacar la sustancia humana. Hablaba de las guarniciones y comisarías convertidas en campos de concentración, de las mentes perturbadas de los militares que torturaban.
Decía, apenas un año después del golpe y en medio de la censura y el terror:
“Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror”.
Pero hay otro párrafo, que cada día se comprende con mayor facilidad, le decía a los militares:
“Estos hechos que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo, los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino, ni las peores violaciones a los Derechos Humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no solo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.
Ahí estaba la clave para entender el crimen: “La miseria planificada”.
Hoy a 29 años de esa carta, Walsh la fechó el 24 de marzo de 1977, distribuyo varias copias, y un día después fue secuestrado y nunca más se supo de él. Es otro desaparecido.
En esa noche, en ese imperio de la muerte, hubo un parto.
En medio de la oscuridad, un alumbramiento, una luz muy brillante.
Nació una historia.
Muchas madres y padres salieron a buscar a sus hijos, salieron de sus casas, salieron del útero de sus rutinas habituales a enfrentar al aparato represivo más importante de la historia del país. Llevaban impresas en la piel la desesperación y el amor, y de allí les nació el coraje.
Recorrieron hospitales, caminaron juzgados, se atrevieron a ir a comisarías y cuarteles. Buscaron en las morgues. Nadie sabía nada. La ley del silencio.
Cada día era la esperanza de una noticia, cada noche la frustración del silencio.
Los padres varones, de a poco, volvieron a sus trabajos.
La mayoría de las Madres eran amas de casa, tenían intacto el tiempo y la sensación de que no había otra cosa que hacer que dedicar cada hora, cada minuto y cada segundo de sus vidas a la búsqueda de sus hijos.
Estaban solas, moviéndose, preguntando inútilmente, aturdidas por tanto silencio. Empezaron a cruzarse una y otra vez. Empezaron a reconocerse y a descubrir que había otras que compartían esa especie de señal que cada una llevaba como un código secreto en la mirada: desesperación e incertidumbre.
Ese fue quizás el primer triunfo de las Madres, estaban derrotando al aislamiento. Comenzaron a encontrarse, reunirse, acompañarse. Estar juntas fue el modo de escaparle al terror que implicaba estar solas. Pero fue mucho más que eso.
Un día esas mujeres se descubrieron a sí mismas en una iglesia militar, donde un cura cómplice y psicópata les recomendaba santa paciencia y las confundía con rumores, insinuaciones, y desinformaciones. Intuición femenina, o de madre: les estaban mintiendo sistemáticamente, nadie hacía nada por salvar a sus hijos.
Una de esas mujeres dijo: Basta!, tenemos que ir a la Plaza de Mayo, tenemos que hacer ver y oír lo que nos pasa. Era una mujer con nombre de flor.
En la realidad más cruel que alguien pueda imaginar, ese grupo de mujeres sintió que Azucena Villaflor tenía razón: el lugar de esas Madres sería la Plaza de Mayo.
Los organismos de Derechos Humanos que las recibían y escuchaban no ofrecían del todo lo que ellas pretendían, sus voces no eran oídas como ellas necesitaban, se generaban discusiones de tinte político y ellas solo querían volver a ver a sus hijos.
El territorio de este grupo de mujeres sería Plaza de Mayo.
No tenían oficina, pero habían encontrado un lugar espacioso, aireado, iluminado y céntrico.
No tenían sillones mullidos, pero había bancos de plaza.
No había escritorios, pero tenían las faldas para apoyar en ellas sus carpetas, expedientes, cuadernos o lo que hiciera falta.
No tenían alfombras, solo baldosas y palomas revoloteando.
No tenían recepción, pero podían verse de lejos mientras iban llegando.
No tenían teléfono, pero se pasaban papelitos con mensajes, informes, o futuros puntos de encuentro.
Ocultaban esos mensajes en ovillos de lana, por si la policía o los militares se les cruzaban en el camino. No querían ser descubiertas, bajo el pretexto del tejido se intercambiaban información de todo tipo: que hacer, como buscar, como evitar la impotencia de no hacer nada. Así como Penélope tejía esperando a su marido, ellas tejían juntas la manera de buscar a sus hijos y denunciar lo estaba pasando.
La primera vez fue un Sábado, eran solamente 14 mujeres y fue el 30 de Abril de 1977.
Como no había casi nadie por ser una zona tan céntrica, decidieron volver el próximo día Viernes a lo que una de ellas, como atajando los malos augurios advirtió: “el Viernes es el día de las brujas”. Por lo cual, a partir de la semana siguiente comenzaron a reunirse los días Jueves, el emblemático día que nunca más abandonarían.
La policía comenzó a desconfiar, el Estado de Sitio reinante impedía todo tipo de reuniones de tres o más personas, por representar, según sus ellos, un potencial conjuro subversivo.
Fue así como surgió la orden: “Caminen, circulen, no se pueden quedar acá”. Ellas se pusieron a caminar a circular, en parejas de a dos, alrededor del Monumento a Manuel Belgrano y en sentido contrario a las agujas del reloj: como revelándose ante cada minuto sin sus hijos.
Marchaban, cada Jueves, en las narices del gobierno dictatorial más terrible. La Plaza ya era el territorio de las Madres.
Ante la consulta del periodismo internacional que había descubierto esas raras vueltas y vueltas, los militares respondieron que se trataba de unas mujeres trastornadas, una Madres Locas que buscaban gente que no estaba en ningún lado. Gran parte de la sociedad argentina prefería no darse por enterada. La censura y el terror bloqueaban orejas, cerebros y corazones. Las Madres Locas eran las únicas que parecían cuerdas, tejiendo y circulando en sentido contrario a las agujas del reloj.
En Octubre de 1977 decidieron sumarse a la peregrinación a Luján, que congregó a un millón de jóvenes. Surgió allí el problema de cómo encontrarse y reconocerse en la multitud. Alguien propuso colocarse un pañuelo del mismo color, lo que generó un problema al momento de definir ese color, fue entonces cuando una de las Madres tuvo una ocurrencia “¿Por qué no nos ponemos un pañal de nuestros hijos?, todas guardaban uno, tal vez pensando en sus nietos, por aquellos tiempos en los que no existían los pañales descartables.
Frente a la Basílica, reclamaron y rezaron por los desaparecidos. Todos los presentes pudieron verlas, no pasaron desapercibidas identificadas con los pañales blancos sobre sus cabezas.
Días más después de este hecho, una marcha de Organismos de Derechos Humanos terminó con 300 manifestantes detenidos incluido algunas Madres y – por error – varios periodistas extranjeros.
Gracias a la eficacia Oficial, el mundo comenzaba a enterarse de lo que ocurría en Argentina.
En la comisaría las madres comenzaron a rezar de rodillas Padrenuestros y Avemarías, los policías no se atrevían a interrumpir a las mujeres, quienes entre rezo y rezo y persignándose, miraban a los uniformados y les decían “asesinos”.
A partir de ese momento el hecho de reunirse, romper el aislamiento, buscar a sus hijos, se convirtió en sí mismo en un delito.
En Diciembre de 1977, un Oficial de la marina – Alfredo Astíz – que se había hecho pasar por hermano de un desaparecido, se infiltró en el grupo de denuncia bajo el nombre de Gustavo Niño y organizó el secuestro y desaparición de tres de las Madres, dos monjas francesas y otros familiares y amigos.
Así era el coraje militar: La cobardía en su más alta y pura expresión.
Las Madres estaban organizando la colecta para publicar una solicitada el 10 de diciembre, denunciando las desapariciones y exigiendo la aparición y, en caso de corresponder, enjuiciamiento legal de sus hijos.
El 8 de Diciembre secuestraron a Esther de Careaga y a Mary Ponce de Bianco en las escalinatas mismas de la Iglesia Santa Cruz, junto a 8 personas más, incluida la monja francesa Alice Domon.
Ester era paraguaya. Ya había encontrado a su hija adolescente, a quien los militares habían secuestrado y liberado, pese a lo cual ella había decidido continuar la lucha en apoyo a las Madres que no habían tenido la misma suerte y hasta tanto ellas también recuperaran a cada uno de sus hijos.
Dos días después en la esquina de su casa un grupo de tareas secuestró a Azucena, el terror de aquellos tiempos superó todo lo imaginable. No se llevaron a cualquiera, se llevaron a las tres madres que organizaban al grupo, a las cabezas del movimiento de denuncia, a las que sabían lo que había que hacer.
Sin Azucena y, en medio del durísimo golpe que esto significaba, había que elegir: seguir, esconderse, volverse a casa. Para las Madres no hubo demasiadas dudas, ahora no solo había que buscar a sus hijos e hijas, sino también a sus amigas y compañeras de lucha. Fue con esa fuerza interior como lograron sobreponerse a la parálisis y al terror, para seguir su marcha.
Azucena había parido la idea de que las Madres se organizaran para nunca más estar solas en su lucha y había dicho algo ”Todos los desaparecidos son nuestros hijos”. Con esta frase estaba socializando la maternidad, potenciando a cada Madre y dándole grandeza a cada minuto de resistencia.
En 1978 llegó el Mundial de Fútbol, tapando con gritos y sonrisas la realidad, mientras a pocas cuadras del estadio de River se torturaba y asesinaba en la ESMA.
El mundial fue oxígeno para los militares, para seguir matado y seguir castigando a cada vez más personas con la miseria planificada. Las Madres cambiaron sus lugares y horarios de reunión. No todos los Jueves iban a la Plaza, para evitar que las detectaran. Cuando iban, la policía les largaba los perros, para lo cual, cada una llevaba consigo un diario enrroscado para sacarse a los animales de encima, una de las pocas cosas útiles para los que servían los diarios de aquel entonces.
Muchas veces detenían o demoraban a alguna de ellas en las comisarías, ante estos casos decidieron que cuando una iba presa el resto de las Madres se presentaba en la dependencia policial y requería también su arresto. Los policías veían llegar a decenas y decenas de mujeres que exigían ser encarceladas junto a su compañera, tal es el caso, que en cierta oportunidad las detenciones se llevaron a cabo utilizando como medio un colectivo de línea 60.
Cuando durante las marchas la policía solicitaba el documento de identidad de una de ellas, todas las demás se acercaban y entregaban también los suyos, cientos de documentos que la policía debía verificar, lo que al mismo tiempo servía de pretexto a las Madres para quedarse un largo rato más en la Plaza.
En 1979 llegó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También en aquella oportunidad el fútbol jugó en contra, el Mundial Juvenil tenía a todos pendientes y el buen resultado obtenido por nuestra selección fue funcional a los militares, quienes aprovecharon para que los relatores y periodistas de radio y televisión convocaran a la gente a Plaza de Mayo y que al mismo tiempo repudie a los “antiargentinos” que hacían largas filas sobre Av. de Mayo para declarar ante la Comisión. Querían mostrar lo que llamaban “la verdadera imagen del país”. Decían: “Los desaparecidos algo habrán hecho”, o “Por algo será que se los llevarón”.
Contrariamente a sus planes nefastos, los hinchas no molestaron en ningún momento a quienes esperaban para formalizar sus denuncias.
Era la época de la “plata dulce”, la fiesta de las multinacionales, el dólar barato, miles de argentinos gastando en el exterior lo que nunca habían sabido ganarse, todo esto claro está, a costa de la miseria planificada de millones de otros argentinos.
Los diarios y las revistas no solo censuraban la información para defender su negocio, sino que hacían campañas a favor de los militares con frases como “Los argentinos somos derechos y humanos” . En ese triste momento de la argentina se pudo confirmar que nunca hay que subestimar la estupidez humana, la capacidad de negación y el tamaño de su crueldad.
Ese mismo año, hubo otro alumbramiento, hubo un nuevo nacimiento: Las Madres decidieron crear la “Asociación Madres de Plaza de Mayo”. Todas sentían estar en peligro, por lo cual esta creación sería la única manera posible de mantener viva su Lucha.
La casualidad, o el destino, determinaron que la AMPM fuese creada en una fecha imposible de olvidar: 22 de Agosto. Habían pasado siete años de la masacre de Trelew, aunque en lo cotidiano parecían siete largos siglos.
Los militares asesinos argentinos, inventaron un conflicto, con los militares asesinos de Chile, que a ambos les serviría no solo para ganar tiempo en el poder sino también para dilatar y omitir los requerimientos de los organismos de denuncia y, al mismo tiempo, consolidar el ocultamiento de sus horrendos crímenes.
La Madres siguieron encontrándose en plazas y bares, a los que les cambiaban los nombres para evitar ser descubiertas, si iban a Las Violetas ellas decían Las Rosas, en sus carteras llevaban carpetas, expedientes, denuncias y todo tipo de documentación.
Recién en 1980 y gracias a los apoyos internacionales, puntualmente de Holanda, las Madres pudieron tener una oficina, lo cual las formalizaba más aún como un Organismo de Denuncia.
También en 1980 decidieron enfrentar el terror que implicaba volver a su territorio, la Plaza de Mayo, lo hicieron, para esta ve sí nunca más abandonarla.
Fueron un Jueves, al Jueves siguiente las esperaba un escuadrón entero. Ellas cambiaban el horario de encuentro, caminaba en grupos separados y mordiendo pánico, poco a poco envolvieron la Pirámide Mayo con sus marchas que ya nadie podía detener, habían aprendido de sus hijos y llevaban consigo botellitas de agua con bicarbonato por si las esperaban con gases lacrimógenos. No necesitaban gases para llorar pero hace tiempo las Madres habían decidido transformar el llanto en acciones.
Los militares eran la rigidez y la violencia, las Madres eran la fluidez y la energía. Los militares y la policía eran la muerte. los verdugos. Las Madres eran la vida.
Se editó el primer boletín de Madres, se iba ganando un invalorable apoyo tanto en el ámbito local como en el exterior. Los militares, abriendo el paraguas frente a la crisis económica imperante y ante su propio desgaste, llamaron al dialogo a los viejos políticos. Pero las Madres simbolizaban con toda su lucidez donde estaba la verdadera política y quienes eran sus verdaderos y nuevos protagonistas. En 1981 lo demostraron abiertamente tomando la Plaza y haciendo la primera Marcha de la Resistencia, solas, pocas, pero juntas, resistiendo 24 has. seguidas.
Nació la consigna “Aparición con vida”.
El 30 de Marzo de 1982, hubo manifestaciones de protesta en Buenos Aires contrarias a la marcha de la economía, la cual, culminó con un fuerte operativo represivo por parte de la policía.
Dos días después, se colmó la Plaza de Mayo para aplaudir a los militares que habían invadido las Islas Malvinas, intentando de esa forma reciclarse en el poder como en un brindis perpetuo.
Las Madres dijeron que la guerra era otra mentira. Los militares que secuestraban cobardemente, torturaban clandestinamente, saqueaban hogares y asesinaban arrojando gente al mar, no podían ni debían convertirse de la noche a la mañana en patriotas impecables y valerosos guerreros. Por decir esto gran parte de la sociedad acusó a las Madres de antinacionales.
Ellas confeccionaron un cartel: “Las Malvinas son argentinas. Los desaparecidos también”.
Muchos que habían acompañado a las Madres las criticaron: había que estar del lado de la guerra y de los militares. El tiempo mostró quien tenía la razón sobre los valerosos guerreros, entre los cuales figuraba el que había engañado y delatado a Azucena, Mary y a Esther.
La derrota militar significó una fuerte posibilidad a la salida democrática. Se abrió la multipartidaria, formada por cantidad de partidos y políticos muchos de los cuales, durante los tiempos más duros de la represión y el terrorismo de Estado, habían sido expertos en el arte de callarse la boca.
En 1983 hubo elecciones, Raúl Alfonsín llegó a la presidencia de la Nación y las Madres organizaron la marcha de las siluetas para que nadie olvidara a los ausentes. Los afiches decían que esos hijos desaparecidos habían luchado por la justicia, la libertad y la dignidad.
El gobierno creo la CONADEP, Comisión Nacional por la Desaparición de Personas. Las Madres desconfiaron y optaron por no integrarla. Siempre prefirieron la calle y las plazas y no la comisiones y los escritorios. Crearon un periódico, la Asociación iba creciendo y seguía, ahora con más fuerza que nunca, reclamando aparición con vida y castigo a los culpables.
En 1985 Alfonsín las sito en casa de gobierno, pero finalmente no las atendió, porque tenía que ir al Colon. Las Madres, virtualmente tomaron, la Casa Rosada, se quedaron ahí instaladas como forma de resistencia pacífica. Esas acciones mostraban la grieta entre los discursos sobre los derechos humanos que del gobierno alfonsinista y la realidad. Mostraban como el protagonismo político se desplazaba de los políticos de museo, a los movimientos generados en la sociedad para enfrentar los problemas tomando, al mismo tiempo, las riendas de sus propias decisiones.
Llegó y se efectivizó el “Juicio a las Juntas” , pero solo hubo dos condenas a prisión perpetua. Las de Videla y Massera. El resto de los jefes militares recibió penas bajas, o fueron absueltos.
Las Madres, a quienes se les había casi exigido, quitarse el pañuelo blanco se levantaron y se retiraron de la sala de audiencias.
Seguían las acciones, marchas, escarches a los militares en sus casas, viajes y campañas por todo el mundo.
La lucha contra las leyes de “Obediencia Debida” y “Punto Final”, la lucha contra las rebeliones carapintadas, la Marcha de las Manos, la Marcha de los Pañuelos (taparon la Casa de Gobierno con Pañuelos Blancos).
Los premios internacionales. El apoyo de Madres a huelguistas, a los reprimidos, a los perseguidos.
Las Madres hicieron propia una idea: “El otro soy yo”, ya no solo se remitían a denunciar lo que había ocurrido con sus hijos, sino que enarbolaron las mismas ideas y sueños por la que esos jóvenes habían luchado y entregado sus vidas.
Sintieron que aún sin estar, sus hijos las estaban pariendo.
Aquellas amas de casa desgarradas por la desesperación, habían logrado transformar el dolor en acción y en pensamiento.
Las luchas se multiplicaron al infinito cuando Carlos Menem llegó a la presidencia para perfeccionar, esta vez en democracia, la miseria planificada: además de indultar a todos los militares que habían sido condenados, privatizó el país, regalo el Estado, masificó el desempleo, protegió a toda clase de mafiosos, asesinos y corruptos a quienes les dio un lugar relevante en su gobierno.
El gobierno de Fernando De la Rúa fue más de lo mismo, las Madres estuvieron allí, nuevamente en la Plaza el 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando este gobierno intentó imponer el Estado de Sitio y se dedicó a reprimir a miles y miles de personas que se manifestaron hartas de tanta decadencia, de tanta miseria y de tantas mentiras.
La historia reciente es más conocida, Las Madres y su Universidad llena de jóvenes, de movimiento, de conferencias, de proyectos.
Las Madres y su radio, para que se escuche cada cosa que hay que decir. Las publicaciones, los viajes.
Las Madres y su intervención en cada lucha contra las mafias, contra la miseria, contra la muerte en cualquiera de sus formas.
Y cada Jueves, como siempre, las Madres circulando, marchando, tejiendo solidaridad, construyendo este territorio de la Plaza para que sea el espacio de todos.
A lo largo de esta historia, la historia de nuestras queridas Madres de Plaza de Mayo, podemos decir que entre tantas cosas ellas nos enseñan día a día a convertir al dolor en acción, La parálisis y el miedo en lucha, la desesperación en coraje, las lágrimas en acciones. Para acorralar a la muerte, como el primer día: tejiendo luchas, haciendo circular sueños y alumbrando la vida.
Madres de Plaza de Mayo....Ni un paso atrás.

martes, 27 de marzo de 2007

El Capitalismo en Chile desde la Colonia.



ANTECEDENTES DEL DESARROLLO DEL CAPITALISMO Y DE LA LUCHA DE CLASES EN CHILE

Chile desde la colonia y posteriormente desde su independencia, surgió en el mercado mundial como exportador de materias primas, en un principio como exportador de productos agrícolas.
Al independizarse Chile del Imperio Español, el poder del estado quedó en manos de la Aristocracia terrateniente, la que conserva las estructuras económicas coloniales (el latifundio), e impone gobiernos fuertes para proteger sus intereses, en oposición a los grupos criollos vinculados al sector exportador y al capital.
La actividad económica principal era la agricultura, la que tiene un gran desarrollo por la demanda de productos del agro por parte de California y Australia; lo que junto al descubrimiento de nuevas minas de plata y cobre, a la instalación de fundiciones de hierro y cobre, y el aumento de la industria molinera, al auge de la actividad comercial y financiera; al crecimiento de la población urbana, así como el aparato del estado; desarrollan a la burguesía, a la clase media (pequeña burguesía) y al proletariado.
Hacia 1861, la actividad agrícola decreció ante el cierre de los mercados de California y Australia, produciéndose una crisis económica en el país. Los sectores burgueses ligados a la banca, al comercio nacional e internacional, a la minería (la Plutocracia), a través del partido liberal y partido radical (que representa los intereses de la burguesía minera principalmente) propician la libertad de iniciativa económica y de comercio (Laissez-Faire), lo que unido a la abolición del Mayorazgo en 1828 que obligo a la subdivisión de los grandes latifundios, permitiendo el traspaso de la tierra, las que posteriormente fueron adquiridas por sectores de la plutocracia, que introdujeron adelantos técnicos dándole un carácter mas modernos a sus haciendas, dan paso a que la sociedad agrícola imperante en Chile se transforme en una capitalista, pero con fuertes resabios semifeudales.
La guerra del pacifico, junto con entregarle al país grandes riquezas salitreras, que le permitió salir de la crisis económica en la que estaban sumido, trajo un gran desarrollo industrial, la industria nacional proveyó en gran parte del país de lo que necesitaba durante el conflicto, desarrollándose la industria pesada (Lever, Murphy Co. Que llegó a producir locomotoras y carros de carga), adquiriendo la burguesía industrial participación en la dirección del estado a través de la presidencia de Manuel Balmaceda que propició el desarrollo del capitalismo industrial para Chile y la eliminación de la influencia extranjera y la recuperación de la riqueza salitrera en manos del capitalista inglés North en este periodo, en el campo se desarrolla nuevas obras de regadíos, mejores técnicas de cultivos que mejoran la productividad del campo.

La contrarrevolución del 91 tuvo por finalidad que la oligarquía nacional (Aristocracia terrateniente y plutocracia) recuperaran el poder para poner termino a la política nacionalista de Balmaceda y proteger los intereses del imperialismo ingles, por medio de la política de mercados abiertos, asegurando este el control del comercio exterior, las finanzas y las riquezas mineras, quedando frustrada la industrialización del país, porque la acción del imperialismo ingles impidió que el ritmo del crecimiento de la economía fuera lo suficientemente rápido e intenso para tener un desarrollo capitalista independiente.

Por su parte el proletariado chileno comienza a mediados del siglo XIX a participar en asociaciones de carácter mutualistas, las que tenían por finalidad de socorrer a sus miembros y familiares. Estas fueron en un principio organizadas por jóvenes intelectuales influenciados por las ideas democráticas provenientes de Europa, los que pasarían a fundar el Partido Democrático, para que fuera el partido de los trabajadores. El participar en estas asociaciones le permite al proletario darse los gérmenes de sus futuras organizaciones sindicales, las que adquieren vida a través de las mancomúnales constituidas primeramente por los obreros del salitre, a principio de siglo.

En el período que va 1880 a 1890, el proletariado chileno realiza cerca de 380 movimientos huelguísticos, los que se vieron acrecentados a principio de siglo por la crisis económica que sufrió el país y que desato una gran ola de agitación social, principalmente en el norte, donde los obreros de la pampa salitrera realizaron en 1907 una gran huelga, la que fue reprimida brutalmente por el ejercito, que asesino a 3.600 obreros en la Escuela de Santa Maria de Iquique.

La primera organización sindical de carácter nacional del proletariado, fue la FOCH (Federación Obrera en Chile), creado por el partido Conservador como coordinadora de mutuales. Fue Emilio Recabarren, obrero tipográfico, líder indiscutible del proletariado chileno fundador del partido Obrero Socialista (que pasaría a llamarse Partido Comunista en 1922), que a través de una gran campana de propaganda y agitación conquista en 1919 la dirección de la FOCH, la que adopta un programa revolucionario, que tiene por meta final la supresión del sistema capitalista en Chile.

En 1920, la oligarquía pierde el control absoluto que tenia del estado. Es a través de la Alianza Liberal (Partido Liberal, Radical, Democrático), que la burguesía industrial, que había permanecido subordinada al sector exportado-comercial, unida a la clase media que se había acrecentado, toman el control del aparato de Estado, procediendo a adecuarlo a sus intereses; es así que se separa al Estado de la iglesia, se aplican impuestos a la agricultura, se elabora una nueva constitución política, el código del trabajo y un conjunto de medidas sociales. La clase obrera en este periodo jugó un gran rol, levantándose políticamente, independientes de las otras clases sociales chilenas, adquiriendo sus luchas un alto grado de combatividad, contribuyendo en gran medida a esto los estudiantes revolucionarios agrupados en la FECH, fundada en 1906, que se unieron al movimiento obrero, Arturo Alessandri, presidente de la época, ante la imposibilidad de entrar a controlar las luchas del proletariado, lo reprime violentamente, efectuando las masacres de San Gregorio, La Coruña y Pontevedra. La represión fue tan violenta que paralizo al movimiento sindical chileno, llevando a la desaparición de la FOCH durante la dictadura de Ibáñez

La crisis salitrera, así como la oposición de la oligarquía a las nuevas reformas, llevó a los militares a tomar el control del aparato del estado, contando con el beneplácito de la clase media. Instaurándose en definitiva la Dictadura Militar de Ibáñez, el que le da al estado un papel en el fomento de la industrialización del país, ante la imposibilidad de importar por falta de divisas por la caída de la exportaciones de salitre y de su precio. Ibáñez dejaría de lado a la clase media para gobernar con la oligarquía, la que había aceptado la necesidad de las reformas. La Dictadura contó con el apoyo del imperialismo yanqui, quien le facilitó recursos económicos (prestamos) a cambio de que esta rompiera con el control de precios que los ingleses mantenían al salitre. Estos dos hechos marcan el desplazamiento del imperialismo inglés por el imperialismo yanqui en el control de nuestras riquezas básicas.

La crisis del capitalismo mundial de 1930 profundiza la crisis económica y agudiza más aun la lucha de clases de Chile. Cae la dictadura militar de Ibáñez, en su reemplazo se instala Montero representante de la oligarquía y el imperialismo inglés, este a su vez fue reemplazado por una Junta de Gobierno que instauro la Republica Socialista, de solo 12 días de duración, la reemplaza el gobierno de los 100 días de Dávila, ibañista apoyado por el imperialismo yanqui, este a su vez es reemplazado por la junta Militar de Blanche, el que se ve forzado por la presión del pueblo, a entregar el poder, siendo elegido para presidente de la Republica, Arturo Alessandri Palma, que llega ahora apoyado por la oligarquía. La estabilidad política llega al aceptar la izquierda (PC y PS) actuar dentro del esquema político burgués y al aceptar la oligarquía compartir el poder con la clase media.

En este periodo de crisis, que va de 1925 a 1933, a pesar de ser reprimido el movimiento sindical, el proletariado realiza 461 huelgas siendo su mayor logro la unificación del movimiento sindical al constituirse en 1936 la Confederación de Trabajadores de Chile. (CTCH).El campesino también se incorpora a la lucha de clases, el que es reprimido en Ranquil, siendo asesinados 500 campesinos. Sectores de la clase media (pequeña burguesía) influenciadas por las ideas socialistas, fundan el partido Socialista, con el objetivo de oponerse junto con el proletariado a la oligarquía. En el transcurso de la crisis política que se desata después de la caída de Ibáñez, el PC no logra llevar al proletariado chileno a jugar un papel relevante siendo una de sus causas el haberse visto sumido en la lucha contra el troskismo.


El ascenso de la lucha de la clase obrera permite que se consolide la participación de la clase media en el control del estad, ya que al contar con el apoyo de este, en 1938 triunfa el Frente Popular (Partido Radical, Socialista, Comunista y otros movimientos menores), llegando a la presidencia Pedro Aguirre Cerda. Adquiriendo el Estado un rol mas importante de la dirección económica del país, se da gran impulso a la electrificación, se desarrolla la industria del acero, ambas fundamentales para el desarrollo de la industria manufacturera, la que debe entrar a producir lo que el país ha dejado de importar a causa de las restricciones de la II guerra Mundial.

La industria manufacturera desde 1900 a 1930 se había duplicado y ocupaba en 1925 solo el 29% de la mano de obra industrial ya que el 70,7% restante estaba en la industria artesanal. A 1940 ya ocupaba el 49,6% de la mano de obra en oposición al 54,4% de la industria artesanal, pasando a ser el sector mas dinámico de la economía nacional, desplazando a la agricultura, la que no había sufrido hasta ahora grandes trasformaciones con relación a al tendencia de la tierra, incluso se llega en 1939 a impedir la sindicalización de los trabajadores del campo.

La inversión extranjera en la industria transformativa se remonta a antes de la crisis del 30, la que estaba principalmente en la industria extractiva, pero ante la importancia que adquiere la industria transformativa, bajo el alero del Estado, las empresas transnacionales invierten en ella, y lo hacen por medio de filiales o subsidiarias.

El desarrollo económico alcanzado por el país desde 1930 adelante, gracias a la inversiones publicas y a la protección y apoyo de la industria nacional por el estado, da origen a que sectores de la clase media se transformen en industriales, contratistas de las obras publicas, pasando a formar parte de la burguesía, la que también se ve acrecentada, por el papel que juegan en la defensa de los intereses burgueses, por la alta burocracia que adquiere mayor importancia con el desarrollo del aparatote Estado y de la mayor ingerencia de este en la economía, provocando el desplazamiento de la clase media hacia la burguesía, dejando de lado al proletariado, el que venía luchando cada vez con más fuerzas por sus demandas socio-económica es reprimido violentamente por el gobierno frentista de Gabriel González Videla, primero en 1946 se lleva a efecto la Matanza de la Plaza Bulnes y después a través de la "Ley de Defensa de la Democracia", engendro anti-comunista del imperialismo yanqui, que se utiliza para reprimir el movimiento sindical y para encarcelar a los dirigentes obreros. La represión quebrantó la fuerza del movimiento sindical, desapareciendo la CTCH.

En 1953 se lleva a efecto la unificación del movimiento sindical dando nacimiento a la CUT, la que realizo 2 huelgas generales, en mayo de 1954 y julio de 1955, en defensa de mejores condiciones socio-económicas. La lucha durante el 2° gobierno de Ibáñez (1952-1958, que nació apoyado por la clase media, PS y otras y que termina gobernando con la oligarquía), se agudiza a tal punto que estalla un alzamiento popular el 2 de abril de 1957, en las principales ciudades del país, que al faltarle la dirección del proletario revolucionario, y su vanguardia murió a los pocos días de haber surgido, no pasando a ser una protesta con mucho de espontaneísmo por el alza del costo de la vida.


LOS EFECTOS DE LA REVOLUCIÓN CUBANA EN CHILE

La década de los 60 trae grandes cambios políticos y sociales en Chile. La lucha de clase se profundiza y agudiza cada vez más, ante la incapacidad del sistema capitalista dependiente de dar satisfacción a las demandas socio-económicas de los trabajadores y del pueblo en general. Las esperanzas de los gobiernos frentistas y populistas de sacar al país del subdesarrollo a través de la industrialización, choco contra las estructuras feudales existentes en el campo: grandes latifundios; una baja utilización de las técnicas modernas, según el censo en 1955, el 60% de las explotaciones utilizaban animales de las tareas de campo, el 11% diferentes maquinarias y solo el 7% poseía tractores; por su parte el proletario agrícola que constituía el 53% de toda la población campesina, estaba ajeno al mercado consumidor, ya sea por sus salarios de hambre y/o por el hecho de que gran parte de estos eran pagados en "regalías"; por su parte el imperialismo yanqui a través del punto IV, impuso a la agricultura chilena el tipo de cultivo que no entrara a competir con sus excedentes agrícolas, con lo que plagaba el país bajo el concepto de "ayuda". La política de promoción a la industrialización, permitió la concentración monopólica en las grandes industrias y el control de éstas por la oligarquía, la que a su vez estaba dominada por el capital extranjero por lazos financieros, administrativos, por el abastecimiento de materia primas importadas, tecnología y asistencia técnica, lo que significa cuantiosos gastos de divisas para la industria nacional y una deformación de ésta, ya que va produciendo de acuerdo a los intereses de las empresas transnacionales, las que fomentan el consumo de materias primas importadas y promueven la exportación de las nacionales sin ser elaboradas en el país Ej.: el cobre.

Por su parte la Revolución cubana, viene a echar por tierra las teorías de la imposibilidad de que en América Latina se diera una revolución anti-oligarquía y anti-imperialista de carácter socialista, que triunfara por la vía armada, y que lograra mantenerse a pesar de los esfuerzos del imperialismo yanqui por acabar con ella, lo que provoca en Chile, al igual que el resto de los países latinoamericanos todo un auge de las reivindicaciones revolucionarias del proletariado.

El régimen de turno de los Estados Unidos, viendo en peligro su hegemonía en América Latina, ante la influencia de la Revolución cubana, deja de lado a sus socios tradicionales, la oligarquía y las dictaduras militares, y busca el apoyo de la burguesía no monopólica y la lleva a cabo "La alianza para el progreso", la que tenia como finalidad reducir en parte las grandes diferencias sociales existentes entre los sectores oligárquicos y el pueblo, buscando con esto oponerse al despertad revolucionario da las grandes masas explotadas latinoamericanas.

Las elecciones presidenciable de 1958, había mostrado ya la actitud del proletariado y trabajadores en general de luchar por un gobierno anti-oligárquico y anti-imperialista, lo que se reafirma más aún después de la revolución cubana. Iniciándose en Chile un gran ascenso de los trabajadores, sobresale la huelga de la salud que obliga al cambio de ministerios en el gobierno de Jorge Alessandri R., representante de la oligarquía, la que tomaba de nuevo la dirección del estado después del fracaso del populismo de Ibáñez. Desatándose en 1962 una gran acción de protesta del pueblo que termina con la matanza de la Población Caro.

Este gran ascenso en las luchas y en la combatividad del proletariado, que lleva a que otros sectores de trabajadores adopten sus formas de lucha, asusta a la oligarquía la que se une a la candidatura de Eduardo Freí, que triunfo en las elecciones presidenciables de 1964, evitando con esto que el gobierno cayera en manos de las fuerzas de izquierda.

En el gobierno de la Democracia Cristiana, con su "Revolución en Libertad", lleva adelante los planes de la Alianza para el progreso, a pesar que con el cambio de gobierno en Estados Unidos se dio término a esta, en este mismo año. Dándole inicio a un periodo de reformas tendientes a aminorar las grandes diferencias existentes en la distribución del ingreso nacional y a darle una salida al estancamiento del desarrollo del país, principalmente a la industria nacional, a través de la reforma del derecho de propiedad de la constitución, que permita la Reforma Agraria, por medio de la cual se expropiaron 1.264 predios hasta 1970, con un total de 3.400.000 hectáreas,. Se aprobó la Ley de Sindicalización campesina, de los 24 sindicatos campesinos existentes a 1964, se llego a 413 en 1970, con más de 114 mil afiliados. Se realiza la Reforma Tributaria y la " chilenización" del cobre como se llamó a la sociedad del Estado chileno con las transnacionales norteamericanas para explotarlo.

La aplicación de la reforma Agraria, así como la ley de sindicalización campesina, incorporan rápidamente al proletariado agrícola a la lucha de clases, el que utiliza como herramienta de lucha la toma de fundos. Por su parte los sectores mas reaccionarios del campo se unen en torno a la SNA y establecen alianzas con otros sectores de agricultores medianos y pequeños, para oponerse a la reforma agraria llegando a la toma de caminos por los productores de trigo y a constituir grupos armados para oponerse a la elección "de agitadores profesionales" que creaban la intranquilidad en el campo. Sectores que buscan el apoyo de SOFOFA, la que solo pasa a oponerse al gobierno DC cuando este impulsa la Reforma del derecho de propiedad, ya que lo considera peligroso ante eventual triunfo de la izquierda. También se pretende movilizar a las fuerzas armadas en 1969, al intentar el General Viaux dar un golpe de Estado, el que se llamo el Tacnazo, que nació muerto al no contar con el visto bueno del imperialismo yanqui.

También los estudiantes universitarios se incorporan a la lucha, logrando un gran triunfo al obtener la Reforma Universitaria por la cual luchaban, lucha que unen al movimiento obrero, impulsando la unidad obrero-estudiantil.

A su vez, a las posiciones revisionistas que sustentaban el PC y el PS, de desarrollo pacifico hacia el Socialismo a través de la conquista del gobierno y de la mayoría parlamentaria, para darle al Estado una mayor ingerencia en la economía, al estatizar las grandes empresas monopólicas, los bancos, así como profundizando la Reforma Agraria, se terminaría con el poder económico de la oligarquía y su influencia política. Con la recuperación de las riquezas básicas en manos del imperialismo yanqui, se terminaría con la ingerencia de este en la economía nacional, etc.etc
Sustentada principalmente por el MIR, que surge a raíz de la influencia de la Revolución Cubana en sectores de la pequeña burguesía radicalizada; y por el PCR, que nace al calor de la polémica internacional de los Marxistas-Leninistas contra el revisionismo, plantean la imposibilidad de construir el socialismo en Chile por la vía pacifica o transformando paulatinamente el carácter de clase del Estado burgués, que esto solo se logra derrotando a la burguesía por la vía armada y destruyendo el Estado Burgués. El MIR plantea la instauración inmediata de un Estado Socialista, el que se logrará a través de la guerrilla. Por su parte el PCR plantea la instauración de la Republica Democrático Popular, ya que es necesario incorporar al proceso de construcción del Socialismo a otros sectores sociales, como la "Burguesía Nacional" y la vía que lo logrará es el de la guerra Popular Prolongada.

Son estas posiciones revolucionarias las que llegan a los sectores mas avanzados del proletariado urbano como al agrícola, y le dan un alto grado de combatividad a sus luchas reivindicativas durante el gobierno de Freí, sobresaliendo sus nuevas formas , como las tomas de industria y de fundos.

Triunfo electoral de la UP.


Las elecciones presidenciales de 1970, encuentran en un punto muy alto la lucha de clases en Chile, los diferentes sectores sociales se aglutinan estrechamente en torno a sus intereses de clase. La oligarquía que se opone al proceso de reformas iniciando por la burguesía no monopólica y la clase media, quiere recuperar de manos de estas la dirección del Estado, con tal objeto el Partido Nacional (ex-Partido liberal y Conservador) propicia la candidatura de Jorge Alessandri R. Por su parte Radomiro Tomic candidato de la DC, representa la continuidad del gobierno de Freí y su política reformista. Las fuerzas de la vieja Izquierda se unen en torno a la Unidad Popular (PC, PS, PR, MAPU, IC) que reúne en torno a si, a la mayoría del proletariado y a los sectores más empobrecido de la clase media.

El triunfo electoral de Salvador Allende G., inicia una nueva etapa de la lucha de clase en Chile, en la que esta llega a su punto mas alto de ebullición, en donde los trabajadores, con el proletariado a la cabeza, dan grandes combates contra la oligarquía y el imperialismo yanqui, imponiendo con su accionar combatiente las expropiaciones de industrias, bancos y de los grandes latifundios, sobrepasando con su acción al propio gobierno de la UP y a los partidos que la conforman. El proletariado se da nuevas formas de organización: los Cordones Industriales, gérmenes del Poder Popular, que se extiende a lo largo del país.

Son los errores y las vacilaciones de la UP., principalmente del PC, que con sus teorías revisionistas de la Vía Pacifica al socialismo tiende a la desmovilización del pueblo, oponiéndose a la acción revolucionaria del proletariado , y ataca con saña a los sectores revolucionarios que luchan en las calles contra las brigadas de la reacción, transformándose en defensor de la legalidad burguesa y del Estado burgués, aprobando leyes como la del control de armas, las que son utilizadas por las fuerzas armadas burguesas para reprimir al proletariado y al pueblo revolucionario. Permitieron que la oligarquía, con el apoyo de la CIA, se organizara y desatara una campaña por desestabilizar al gobierno UP y aislar al proletariado de sus aliados, los sectores medios de la clase media, con los que organizan paros de carácter nacional. Ej.: Paro de los camioneros, huelga de la salud, etc., llegando incluso a arrastrar tras de si a sectores de la clase obrera, Ej.: huelga de los trabajadores del cobre de mina El Teniente, y obtención de la primera mayoría de la lista DC y obtención de consejeros del Partido Nacional en la elección del nuevo Consejo Nacional de la CUT, lo que permite que los generales golpistas movilicen las Fuerzas Armadas en defensa del estado el 11 de septiembre de 1973, el que cuenta con el apoyo de la oligarquía, la clase media y el imperialismo yanqui.